¿Qué Hay De Malo En La Agricultura Industrial?

Es muy posible que mucho de lo que utilizamos y consumimos en nuestra vida cotidiana provenga de la agricultura industrial, desde las cremas faciales que nos aplicamos cada mañana hasta la leche de soja que bebemos y la ropa que nos ponemos. Nuestras vidas modernas están estrechamente unidas (y quizás soy muy dependientes de ello) a esta práctica químicamente intensiva del monocultivo, donde en una extensa zona de tierra solo se cultiva un tipo de cosecha, o donde solo se cría una sola raza de animal en operaciones concentradas.

Mientras algunos pueden argumentar que este enfoque es necesario para abastecer a la población, que llegará a los 10000 millones en 2050, en la actualidad se admite en general que la agricultura industrial es una práctica obsoleta, insostenible y antinatural. ¿Por qué? Aquí tenemos algunas de las principales razones.

  • It's harmful for the environment. With monoculture, farms grow only a single crop such as corn, cassava, sugarcane, rice or others to maximize efficiency and output. But cultivating the same crop over and over again depletes the soil’s fertility and degrades its structure, which pushes farmers to apply more chemical fertilizers. Not only that, having only one crop takes away the rich biodiversity of the surrounding environment and its ecosystem services. With land being cleared for farms, there’s also the higher risk of soil erosion, flooding, and desertification.
    Similarly, animal production, especially of cattle, generates methane emissions that directly contribute to climate change through the build-up of greenhouse gases in the atmosphere. To make matters worse, because we as humans have already removed substantial forest areas for industrial farming, our chances of effectively combating the global climate emergency are quickly diminishing – given that forests are essential for regulating the climate.  
  • Es dañino para el medio ambiente. Con el monocultivo, las granjas cultivan un solo tipo de cosecha como maíz, mandioca, caña de azúcar, arroz u otros para maximizar la productividad y el rendimiento. Sin embargo, cultivar un solo tipo de cosecha una y otra vez empobrece la fertilidad de la tierra y degrada su estructura, obligando así a los agricultores a utilizar más fertilizantes químicos. No solo eso, sino que tener un solo tipo de cosecha elimina la rica biodiversidad del ambiente que la rodea y sus servicios ecosistémicos. Teniendo que despejar la tierra para crear granjas, también se incrementa el riesgo de la erosión del suelo, las inundaciones y la desertificación. De manera similar, la producción animal, especialmente la ganadera, genera emisiones de metano que contribuyen directamente al cambio climático, aumentando la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Para empeorar las cosas, debido a que los humanos ya hemos eliminado grandes zonas forestales para usarlas para la agricultura industrial, y dado que los bosques son esenciales para regular el clima, nuestras oportunidades de combatir la emergencia climática global de manera eficaz están disminuyendo rápidamente.
  • Es peligroso para la salud humana y animal. Las plagas y las bacterias son atraídas por fuentes de alimento abundantes y fácilmente accesibles, lo que significa que las granjas de monocultivo deben combatirlas persistentemente con pesticidas y antibióticos. Sin embargo, el recurso excesivo a tales químicos podría, involuntariamente, crear nuevas generaciones de super-malezas y bacterias resistentes. A su vez, estos químicos podrían permanecer como residuos nocivos en los alimentos que consumimos, e incluso contribuir a la resistencia a los antibióticos en humanos. Además, los vertidos de esos químicos podrían contaminar las reservas de agua, causar enfermedades crónicas y problemas de salud, y suponer peligros para los peces y la vida marina. Para los agricultores, estar en primera línea también les expone a un mayor riesgo de padecer problemas de salud debido a la exposición continua a los químicos, ya que es probable que la mayoría no dispongan de la protección adecuada. Altera el medio de vida y la cohesión social. Las granjas a pequeña escala, locales y diversificadas, están desapareciendo rápidamente o teniendo dificultades para mantenerse debido al monocultivo y a los gigantes de la agroindustria. Estas granjas que abastecieron a sus comunidades en el pasado, en la actualidad deben centrarse en la agricultura de subsistencia y cultivar lo que se les demanda. La generación joven de hoy en día también es más reacia a seguir con el negocio agrícola familiar, lo que significa que los agricultores se hacen mayores y que haya menos manos¡ de obra disponible en el mundo agrícola. Especialmente en países en vías de desarrollo, este hecho está causando que la gente migre de zonas rurales a urbanas para buscar mejores oportunidades de empleo, rompiendo así potencialmente familias y comunidades.

Estas cuestiones pueden causar una gran preocupación, pero podemos estar seguros de que se están dando cambios positivos que están transformando el estado de la agricultura de hoy en día. Entre esos cambios se encuentra el resurgir de los métodos de agricultura alternativos, que incluyen la agricultura a pequeña escala, la cosecha múltiple, y enfoques más agroecológicos. En Sudtana, nuestra misión es abastecernos solo de pequeños agricultores que adopten genuinamente prácticas responsables. De esta manera, podemos crear oportunidades y mercado para los agricultores, ayudando a apoyar su subsistencia a largo plazo.

Para saber más sobre los beneficios de las granjas agrícolas más pequeñas, no te pierdas próximamente nuestro artículo sobre El Caso de la Agricultura a Pequeña Escala.